El disco que nos ocupa es algo fuera de lo común. Podría considerarse, sin temor a equivocarse, el disco más psicodélico de toda Latinoamérica, así,a bocajarro.
Los Speakers lo integraban en esta época Humberto Monroy (bajo y voz) Roberto Fiorilli (batería) y Rodrigo García (guitarra y voz) después de que hubiera habido varios cambios anteriormente en la agrupación.
"En el maravilloso mundo de Ingeson" es una especie de "Sgt Pepper´s a la colombiana", que para empezar, fue grabado en 32 pistas (!¡) toda una proeza para la época, cortesía de Manuel Drezner (el dueño del estudio de grabación Ingeson) que les prestó su estudio de última tecnología a cambio de hacer mención en el título del disco al nombre de los estudios, como así fue.
Al ser un "concept album" muy arriesgado en esencia, ninguna discográfica quiso editarles, así que la única solución que vieron fue la autoproducción, contando con el estudio gratis como se indica más arriba, e incluyendo en el album 16 páginas con fotos, dibujos, conceptos, ideas, perfume de rosas y una pastilla con un pequeño texto a su lado que ponía algo así como "tómese para experiencias extrasensoriales". Aparentemente, era una pastilla de LSD, pero en realidad no era más que una pastilla de chicle, de todas maneras hay alguna que otra anécdota de efecto placebo relacionada con la misma...
Musicalmente, es un album conceptual cargado de efectos de estudio, grabaciones al revés, instrumentos indígenas colombianos, guitarras con fuzz, voces con efectos, letras surrealistas y de crítica social a partes iguales, bizarrismo por doquier...una obra maestra cantada en castellano que no fue demasiado conocida en su momento ni después y a la que el tiempo empieza a hacer justicia.
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